Esculturas por encargo.

lunes, 4 de julio de 2011

Tritoro (carribaycarriba)


 VICENTE CARRIBA MIGUELEZ
y ALEJANDRO RODRIGO CARRIBA ALONSO
Laguna de Duero (Valladolid)
 
 

 
Titulo “TRITORO”

 
Creación libre. “EVOCACION AL TORO”
De siete apéndices, a  seis o menos en función de tu lidia. Llamado y requerido para combinar pelea y nobleza “todo condicionado”.
Protagonista sacado a escena sin consenso. A veces con nocturnidad, con escarnio y burla. En ocasiones como  Ecce Homo, atado a la columna. Casi siempre lacerado, algunas lanceado y siempre estoqueado.
Toro,
Los humanos no sabemos, a menudo, de las cosas de la vida. En la mayoría de los casos nosotros mismos las generamos y las padecemos. No hay motivo ni razón que expliquen  estas actitudes. Unas veces la soberbia que lo justifica todo, otras la codicia y siempre el egoísmo mal entendido.
Yo humano,  humanamente, siempre quise ver de cerca tu mirada de sorpresa  pensativa, para entender conceptos como nobleza y bravura.
Toro,
Imagino la quietud en el estío de la dehesa, sin el jadeo, por el estrés y la presión, a  la que un día serás sometido. Con la jara agostada  y el pastizal yermo, en el umbral de la noche fresca, te acercas al cauce casi seco para abrevar. La sorpresa permanente de la compañera inseparable que todos los días de luna llena,  pletórica  de luz   se refleja en el agua y te entusiasma.
Quiero olvidar, o no pensar en, la posibilidad de que un mundo sórdido envuelva el entorno de tu existencia y que dependas de ello.
Toro,
¿Cómo combinar  equilibradamente futuro (pervivencia) y sacrificio inútil?
Es deseable que la luna de plata  yacente en el cauce del agua, se transforme en sol dorado con rayos de nobleza y bravura que reaviven al ser humano amorcillado, arrimado a las tablas rojas,  por  la estocada de sus congéneres.
Nuevas inquietudes de nobleza y bravura se empiezan a vislumbrar. Un toro llamado 15 M en lidia abierta esta embistiendo contra  el gran poder que lo domina todo y asfixia la libertad.
Lo frívolo, lo insustancial, es el ectoplasma que la sociedad genera, como el vellocino de oro de nuevas religiones, con la complicidad de  los medios de comunicación y el embelesamiento  anodino de la sociedad.  
Toro, Toro, Toro………….
Con  estas tribulaciones me acuerdo de mi querido amigo Felipe Romero Salvachua, conocedor como pocos de lo taurino, gran torero con el alma y seguramente,  con más de mil lances y faenas perfectas en la ensoñación.